Lettre de Marie espagnol

Carta de Maria a Joanna

 

Hijo mío, esta noche, voy a escribir una larga carta y espero fervientemente que sea leída a la humanidad que reza y a la que no reza.

 

Mis hijos,

 

 Les amo y no dejaré de aparecer hasta que un solo grito brote de sus corazones, un grito de gratitud. Hablaré el idioma antiguo para no molestar a las almas sensibles.

 

 El rebaño de Dios está en camino, dirigido por su pastor. Lo veo crecer cada día, cada día nuevas almas vienen a pastar en los abundantes pastos del amor divino.

 

Activamos donde estamos, en la alegría, nuestro corazón abunda. Aún somos invisibles frente a sus ojos, pero pronto el cielo se abrirá y nos reconoceremos mutuamente.

 

Pronto, este día, cuando nada se separará, pronto, este bendito día verá su amanecer.

 

 Hombre, de todas las razas, de todas las creencias e incluso a lo ateos, verá caer la ceguera de su ignorancia. Apareceré por mucho tiempo, en muchos lugares, para que ninguna oveja se extravíe.

 

Rezan con su corazón.

 

Ore con todo su ser. Ore como Dios le pide a todos, de acuerdo con sus talentos. Orar es crear unidad para que nunca más seamos separados. Que todas las iglesias se unan. Ya no puede haber guerras de religión. Ya no puede haber una guerra con sus horrores. Ya no puede haber hambre y sed, sino amor. Ya no puede haber niños pequeños gritando, mayores torturados, encarcelados, masacrados ... e inocentes.

 

 Esta larga pesadilla está llegando a su fin.

 

El reino de Dios, el reino del amor está ahí. Nunca dejó de estar allí. Pero hoy se manifiesta en el mundo y tiene lugar en cada corazón.

 

La tierra gira de manera diferente.

 

Veo esto, rodeado de todos mis sirvientes ... lágrimas de alegría fluyen. Si supieran cómo Dios les ama. Si supieran cómo cada segundo de la vida es sagrado, la vida es tan divina.

 

 Comunícense con todo su obra, Ustedes son su obra. Mi hijo, su guía suprema, le ha llevado al umbral de esta inmortalidad. Además, cada hombre nacerá en esta nueva vida.

 

Vine a hablar en el corazón de Joanna, quien se entregó a mi hijo, para que la nueva palabra fructificara. Puedo venir y hablar al corazón de todos. Dios lo permite ahora. Abren la puerta de sus corazones y nos oirán. Abren sus corazones a nosotros. María, Jesús y todos los sirvientes celestiales entrarán, la alegría será aún mayor, porque guiaremos íntimamente a cada uno en su camino. Abren bien sus corazones para que el aliento del Espíritu lo penetre. No tengan miedo, mis pequeños. Son el pueblo de Dios.

 

 Solo hay uno.

 

Venid, abrimos incansablemente nuestros brazos para consolarle.

 

Póngase su ropa vieja y el vestido blanco para celebrar la boda del cielo y la tierra.

 

No intentes desentrañar los misterios.

 

Yo, su madre, no le estoy contando una gran historia para conciliar el sueño, es su historia la que está en marcha.

 

Dejan las ruinas. Que la memoria borre todo lo que impide este avance hacia el reinado de lo maravilloso.

 

Hijos míos, lean y relean esta carta. Es muy importante

 

Simplemente, Les pido que abran sus corazones y nos escucharán. Entonces su vida cambiará y ya no podrán perderse.

 

Derroté al dragón. La oscuridad ya no puede invadir la tierra. Pero la luz solo puede ganar gradualmente su ser.

Gloria al Padre, en los cielos más altos.

 

Vengan a mí por todos los caminos. Les llevaré a mi hijo. El es el camino.

 

 No se olviden de eso. En el corazón de todos, puedo hablar con mis hijos.

 

Les quiero tanto

 

Vayan en paz, mis pequeños.

 

Vuestra madre

 

 Maria

 

Traduction : Anthony H.

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Date de dernière mise à jour : 11/05/2020

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